El Poder del Consumidor (EPC) solicitó a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) que emita una alerta sanitaria por el consumo de bebidas azucaradas y endulzadas con edulcorantes, basándose en estudios científicos sin conflicto de interés.

Durante una conferencia de prensa, Simón Barquera, director del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública y presidente electo de la Federación Mundial de Obesidad, respaldó la propuesta. Barquera destacó que estas bebidas causan más de 40,000 muertes anuales en México, con un consumo promedio nacional de 160 litros por persona.

Alejandro Calvillo, director de EPC, comparó el impacto de estas bebidas con el crimen organizado, afirmando que, en seis años, las muertes relacionadas superan las 240,000. Calvillo enfatizó la urgencia de la petición para proteger la salud de los consumidores mexicanos, citando el consenso científico internacional y el reconocimiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre los riesgos de estas bebidas para la salud.

EPC presentó pruebas científicas sobre el potencial adictivo del azúcar, los edulcorantes y la cafeína presentes en estas bebidas. La organización pidió a Cofepris que declare estas bebidas como productos de riesgo.

Según el EPC, de las 40,842 muertes anuales relacionadas con el consumo de bebidas azucaradas, el 57% se deben a la diabetes, el 33% a enfermedades cardiovasculares y el 1% a cánceres asociados a la obesidad. El consumo frecuente de estas bebidas se asocia con aumento de peso, obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, hepáticas no alcohólicas, caries dentales y gota.

El consumo de bebidas con cafeína en niños también presenta riesgos significativos, afectando su desarrollo físico, emocional y social, y puede causar efectos adversos como ansiedad, deshidratación, diarrea, palpitaciones, hipertensión, insomnio, nerviosismo, náuseas e inquietud.