Después de casi cuatro días de bloqueo, la noche del 20 de junio, el Arco Norte, una de las principales rutas para el transporte de carga en el centro del país, fue reabierto. El cierre de la vialidad había sido provocado por un grupo de ejidatarios que exigían el pago de terrenos expropiados.

A las ocho de la noche, los manifestantes retiraron piedras y ramas del camino, permitiendo que elementos de la Guardia Nacional dieran la instrucción a los choferes atrapados durante 84 horas para que comenzaran a mover sus unidades. El bloqueo había iniciado la mañana del lunes 17 de junio.

Durante el bloqueo, las autoridades implementaron un operativo en la caseta de Tulancingo, Hidalgo, para reducir las largas filas de vehículos. Sin embargo, muchos conductores quedaron varados, enfrentando la desesperación por la falta de agua y comida.

El mediodía del 20 de junio, en Teotihuacán, Estado de México, una comisión de ejidatarios de los estados de México, Hidalgo y Tlaxcala se reunió con representantes de las secretarías de Gobernación, Desarrollo Agrario Territorial y Urbano, así como Infraestructura Comunicaciones y Transportes. Tras más de seis horas de negociaciones, se acordó que, a cambio de la liberación del bloqueo, se llevará a cabo una reunión de trabajo el 4 de julio, y en un mes, la Secretaría de Comunicaciones realizará un pago parcial como anticipo por las tierras expropiadas, que afectaron a 62 ejidos.

Marcelino Ruiz, uno de los ejidatarios manifestantes, expresó que no estaba completamente satisfecho con las negociaciones, esperando que el gobierno cumpla con lo acordado. Por su parte, Tonatiuh Ramírez, encargado de la Unidad de Gobierno de la Secretaría de Gobernación, aseguró que continuarán con las mesas de negociación para dar seguimiento a los expedientes de expropiación y acelerar los trámites pendientes.