Donald Trump dará su discurso de aceptación como candidato republicano a la presidencia esta noche, mientras que en el lado demócrata aumenta la presión sobre el presidente Joe Biden para que se retire de la carrera electoral.

Reportes recientes indican que importantes líderes demócratas, incluyendo al líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, y al líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, han expresado su preocupación a Biden sobre su capacidad para ganar la reelección. Estos líderes temen no solo perder la Casa Blanca, sino también la oportunidad de recuperar la Cámara de Representantes.

Biden, de 81 años, ha enfrentado críticas y llamados públicos de 20 demócratas del Congreso para que abandone la contienda, especialmente después de un desempeño decepcionante en su reciente debate con Trump. La situación se complicó aún más cuando Biden dio positivo por COVID-19 durante una visita de campaña a Nevada.

El senador demócrata John Hickenlooper comentó que Biden está trabajando para tomar una decisión sobre su reelección, destacando que siempre ha puesto al país primero.

Por otro lado, Trump cerrará la Convención Nacional Republicana con su primer discurso público desde que sobrevivió a un intento de asesinato en Pensilvania. Su campaña ha indicado que este evento lo ha llevado a revisar su discurso, enfocándose más en la inclusión que en los ataques a los demócratas.

La convención ha mostrado una unidad republicana sólida, con antiguos rivales como Nikki Haley y Ron DeSantis ofreciendo un fuerte respaldo a Trump. El senador JD Vance, compañero de fórmula de Trump, también ha mostrado su apoyo y se presentó como un defensor de la clase trabajadora.

Vance, quien ha pasado de ser crítico a partidario de Trump, enfatizó su comprensión de las luchas cotidianas de los estadounidenses y prometió priorizar la manufactura nacional y advertir a los aliados sobre el costo de garantizar la paz mundial.

En resumen, mientras Trump se prepara para aceptar la candidatura republicana, el futuro de la campaña de Biden sigue siendo incierto ante la creciente presión dentro de su propio partido.