En un debate cargado de tensiones, los candidatos Joe Biden y Donald Trump mostraron sus marcadas diferencias en temas cruciales como el derecho al aborto, la guerra en Ucrania, el conflicto en Medio Oriente, la economía, la migración indocumentada y la influencia global de China.

Durante noventa minutos, Biden y Trump se enfrentaron en un escenario televisivo sin estrecharse la mano, reflejando la profunda enemistad que ha caracterizado su relación en los últimos años. Ambos se dirigieron a sus bases electorales sin lograr una ventaja decisiva.

El debate inició con una discusión sobre la economía, donde Biden defendió su gestión, mientras Trump criticó la inflación. En el tema del aborto, Trump se mostró sorprendentemente indulgente en comparación con su pasado, mientras Biden defendió firmemente el derecho de las mujeres a elegir.

La migración indocumentada fue otro tema candente. Trump utilizó su conocida retórica sobre los peligros de la migración, mientras Biden desmintió sus afirmaciones y destacó la reducción del 40% en los cruces fronterizos ilegales bajo su administración.

En política exterior, Trump criticó el manejo de Biden en la guerra en Ucrania y el conflicto en Medio Oriente, sugiriendo que la falta de liderazgo de Estados Unidos ha permitido la agresión rusa y los ataques de Hamas. Biden defendió su postura y subrayó la importancia de frenar a Putin.

El punto álgido del debate llegó cuando Biden llamó a Trump delincuente y Trump desafió a Biden a realizar una prueba cognitiva, insinuando que su edad afecta su capacidad para gobernar.

Tras un cierre intenso, ambos candidatos evitaron el saludo protocolar, dejando en claro que la batalla electoral apenas comienza. Con cinco meses hasta las elecciones, la carrera por la presidencia sigue abierta.