Bolivia vivió momentos de alta tensión ayer con una masiva movilización militar frente al palacio de gobierno en la Plaza Murillo, que fue interpretada como un intento de golpe de Estado. Este episodio mantuvo al país en vilo durante varias horas hasta que el general involucrado en el despliegue, Juan José Zúñiga, fue detenido.

El presidente Luis Arce instó a la población a movilizarse en contra del operativo y nombró una nueva cúpula militar. La nueva dirección ordenó la retirada de las tropas y destituyó a Zúñiga, protagonista de la asonada. "No podemos permitir que intentos golpistas vuelvan a costar vidas bolivianas", declaró Arce en un mensaje televisado.

Tras el relevo en la comandancia, los militares y vehículos desplegados se retiraron, y Zúñiga fue arrestado. "Hoy ha sido una jornada atípica en la vida de un país que quiere democracia", expresó Arce, quien calificó la situación como un intento de golpe de Estado que atenta contra la Constitución.

En su mensaje, Arce agradeció al pueblo boliviano y a las organizaciones sociales por su apoyo y resistencia a la sublevación.

Horas más tarde, Zúñiga fue formalmente arrestado bajo cargos de terrorismo y alzamiento armado, y el vicealmirante Juan Arnez Salvador también fue detenido.

Antes de su arresto, Zúñiga alegó que la movilización de tropas fue ordenada por Arce para mejorar su imagen, una acusación que no ha recibido respuesta del presidente hasta el momento. La ministra de Presidencia, María Nela Prada, indicó que el despliegue militar se originó por la decisión de Arce de remover a Zúñiga del ejército.

La Central Obrera Boliviana declaró una huelga general y convocó a movilizaciones, mientras que Andrónico Rodríguez, presidente del Senado y partidario de Evo Morales, calificó el evento como un autogolpe. Morales denunció la gestación de un golpe de Estado y exigió un proceso penal contra Zúñiga y sus cómplices.

El nuevo comandante militar, José Wilson Sánchez, rechazó la insubordinación y ordenó la retirada de las tropas. Miles de partidarios de Arce se congregaron en la Plaza Murillo, manifestando su apoyo con consignas a favor del presidente.

Arce recibió apoyo público de líderes regionales y políticos opositores, incluida la ex presidenta encarcelada Jeanine Áñez, quien condenó la acción militar. El analista político Hugo Moldiz advirtió que el intento de golpe continúa, y que los opositores ahora buscan imponer la narrativa de un autogolpe a través de redes sociales.