La Selección Mexicana quedó eliminada de la Copa América tras un empate 0-0 contra Ecuador, poniendo de manifiesto los problemas internos y la falta de rumbo del equipo. Los aficionados comienzan a perder la fe, y la dirección del equipo enfrenta críticas severas.

México se enfrentaba a grandes desafíos en la Copa América, jugando no para alcanzar la gloria, sino para evitar una nueva decepción. Los futbolistas mexicanos, atrapados en una serie de fracasos, se encuentran sin aspiraciones de entrar en el top 10 mundial. En lugar de eso, se esfuerzan por evitar desastres y minimizar los daños causados por la gestión de sus dirigentes.

Partido contra Ecuador

El reciente partido contra Ecuador, dirigido por Jaime Lozano, fue un claro ejemplo de la lucha de México. A pesar de los cambios en la alineación, confiando nuevamente en Santiago Giménez y Julián Quiñones, el equipo no logró marcar. El empate 0-0 fue insuficiente para avanzar a los cuartos de final.